El área licenciada para construcción se contrajo en un 29,9% a nivel nacional en comparación con enero de 2023, destacándose una disminución del 30,9% en el sector de vivienda y del 26,4% en el sector no residencial. Dentro del ámbito residencial, las viviendas de interés social (VIS) fueron particularmente afectadas, evidenciando una reducción considerable en el área aprobada. Bogotá D.C., como principal contribuyente a esta tendencia negativa, registró la mayor caída en la expedición de licencias, ilustrando los retos que enfrenta el sector para adaptarse a las condiciones económicas actuales y las implicaciones de estas variaciones para el desarrollo urbano y la oferta de vivienda en el país.

En los primeros dos meses de 2024, la economía colombiana enfrentó retos significativos, evidenciados por una serie de indicadores que reflejan un inicio de año complicado. Los datos muestran una contracción en la actividad económica, con la economía anticipándose a enfriarse hasta -0,2% en enero y -0,6% en febrero, lo cual sugiere un arranque bajo presión por la desaceleración. El sector de la construcción y la industria manufacturera, pilares fundamentales del crecimiento económico, continuaron enfrentando un clima adverso, con caídas importantes tanto en la expedición de licencias de construcción como en el índice de gestión de compras del sector industrial, que retrocedió significativamente en febrero tras alcanzar un máximo de 19 meses en enero. La venta de vivienda nueva experimentó una notable contracción del 24,5% en comparación con el mismo periodo del año anterior, impactando negativamente en las expectativas del mercado.

Algunos actores relacionados al desarrollo financiero e inmobiliario en el país, tales como Asobancaria, han propuesto medidas estratégicas para revitalizar el sector de vivienda en Colombia, enfocándose en la dinamización del mercado y la facilitación del acceso al crédito. Una de las iniciativas clave incluye la implementación de preasignaciones para viviendas de interés prioritario (VIP), con el objetivo de agilizar las asignaciones de subsidios y reducir las barreras para el acceso al crédito. Este esquema se espera que estimule las preventas, las cuales representan cerca del 78% del mercado VIS/VIP según datos de otro actor como Galería Inmobiliaria. Además, se sugiere extender los beneficios de preasignación al segmento VIS, potencialmente incrementando el Límite de Tasa de Interés (LTI) para las viviendas No VIS de 30% a 40%, una medida que podría incluir a cerca de 1,4 millones de hogares de bajos ingresos, ampliando así el acceso al mercado inmobiliario.​