Contexto
En Colombia, la Junta del Banco, en su reunión del 31 de marzo, decidió mantener quieta la tasa de interés en 9,5%, tras el recorte de 25 puntos básicos de enero. Esto luego de que la tasa de inflación de febrero creciera con respecto a la de enero, su segunda alza consecutiva, y se fijara en 5,27%. Llama la atención que la tasa mensual subió 1,14%, un valor alto que dificulta un camino hacia rápido hacia la meta de 3%. No sorprende que el equipo técnico del Banco haya incrementado sus expectativas de inflación para el cierre de 2025, situándola ahora en 4,5%. Incluso estimó que en el 2026 no se alcanzaría la meta, cerrando con una inflación de 3,72%. Asimismo, el Banco prevé que la inflación de marzo será de 5,17%, apenas menor a la de febrero de 5,27%.
En Argentina, el Estimador Mensual de Actividad Económica del INDEC registró un incremento de 6,5% de la producción en el mes de enero, con respecto al mismo mes de 2024. Esto representa el ter mes consecutivo de expansión de la economía (en diciembre creció 6% y 0,7% en noviembre), tras cinco meses de contracción. Las ramas de comercio (11,3%), intermediación financiera (25,7%) e industria manufacturera (6%) tuvieron la mayor incidencia positiva. Es de recordar que la economía argentina se contrajo -1,7% tanto en 2024 como en 2023 (una sequía afectó la producción en este último período), pero cerró en 2024 con un trimestre de expansión. Asimismo, las continuas reducciones de la inflación que se observan desde mayo han dejado la tasa en 66,9% al cerrar febrero, una fracción del valor que alcanzó en su pico reciente. Más importante, las cifras de pobreza del segundo semestre de 2024 indican que la tasa de incidencia se ubicó en 38,1% del total de personas; es decir que la tasa cayó -3,6 puntos porcentuales respecto al mismo período un año atrás.
La tasa de indigencia se fijó en 8,2%, con una caída anual de -3,7 puntos porcentuales. Es de notar que ambas tasas subieron notablemente en el segundo semestre de 2023 y el primero de 2024. No obstante, no todas son buenas noticias para el país austral. Las últimas cifras del mercado laboral revelan que la tasa de desocupación incrementó en 0,7 puntos porcentuales frente al mismo período de 2023. Asimismo, el turismo internacional cayó -30,7% en febrero, un golpe grande a una industria que ya sufrió numerosas contracciones en el 2023 y el 2024.
En Brasil, continúan las dificultades en materia de inflación. El crecimiento de los precios reportado a finales de marzo fue de 5,26% anual, superior al 5,06% de febrero. Estas cifras están bastante por encima de la meta fijada por las autoridades, de un rango de 3-4,5% anual. De acuerdo con lo previsto, el Banco Central elevó su tasa de interés en 100 puntos básicos en su reunión de marzo, de tal forma que la tasa Selic se ubicó en 14,25% anual, la más alta desde septiembre de 2016. Las expectativas inflacionarias siguen muy elevadas, cercanas al 6% anual para el fin del año, y la mayoría de los analistas prevén que el Banco Central elevará su tasa de referencia en otros 50 puntos en su próxima reunión de mayo. Mientras tanto, el déficit fiscal sigue sin corrección y la tasa de cambio se sitúa en alrededor de R$5,80 por dólar, cayendo fuertemente desde noviembre de 2024.
En México, la producción nacional no sufrió ningún cambio entre enero de 2025 y enero de 2024, en términos reales y usando cifras desestacionalizadas. Mientras que las actividades primarias crecieron 14,6% y las terciaras 1%, las secundarias cayeron -2,8%, anulando los avances de las primeras. Previo a enero, la economía llevaba cuatro meses alternando de signo con cifras cercanas a 0%, tras diez meses de expansión sólida. Asimismo, en febrero no se detectó ningún cambio en la tasa de desocupación frente al año anterior, calculándose en 2,5%. La tasa de inflación de la primera quincena de marzo fue de 3,67%, una caída de -77 puntos básicos frente a la de un año atrás (la tasa mensual de febrero fue de 3,74%). A pesar del incremento visto en febrero, el alza de precios disminuyó significativamente en los seis meses anteriores. La Secretaría de Hacienda estima que la inflación anual baje a 3,5% al cerrar el año. Es de notar que la tasa actual cae dentro del rango objetivo del Banco Central, de un punto porcentual por encima o por debajo de 3%.
En Estados Unidos, la Reserva Federal produjo nuevas proyecciones para 2025 que contribuyeron a elevar la incertidumbre. En materia de inflación, medida por el PCE, el Fed elevó su estimación a 2,7% anual (2,5% previamente). Y el crecimiento del PIB lo redujo de 1,9% a 1,7%. Estos pronósticos reflejan el impacto previsto por los incrementos de aranceles, la guerra comercial y la misma incertidumbre creada por las medidas del nuevo gobierno. Al problema inflacionario se suma el hecho de que la economía sigue mostrando fortaleza. Por ejemplo, en febrero se crearon 151.000 nuevos empleos y la tasa de desempleo se mantiene en 4,1%. Los mercados bursátiles, mientras tanto, se mantienen deprimidos. El índice Nasdaq, que incluye el sector tecnológico, se situó el pasado 28 de marzo en 17,322, con una caída del 14% con respecto a su valor máximo alcanzado el pasado 19 de febrero. Se esperan con ansiedad los efectos de la nueva ronda de alzas de aranceles anunciada para el 2 de abril, una fecha que Trump ha denominado “el día de la liberación". El mandatario, que admitió que la economía podría caer en recesión en el corto plazo, ha señalado que considera que el riesgo valdrá la pena para fortalecer la industria y mejorar su balanza comercial.