CIFRAS Y ANÁLISIS | PROYECCIÓN

Informe de Seguimiento Económico

27/12/2023 | Edición No. 5 - Diciembre 2023

Dirección de Estudios Económicos Múltiples autores La Dirección de Estudios Económicos dirige y orienta las acciones requeridas para el cumplimiento de las funciones del DNP en los ámbitos macroeconómico, financiero, monetario, cambiario y fiscal.
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​​​​​Contexto mundial​

A pesar de la ralentización de la economía mundial aún no se observa un estancamiento. Si bien, la ralentización en la dinámica de crecimiento de la economía mundial, es producto de los efectos de la pandemia del Covid-19, la invasión de Rusia a Ucrania, la crisis de suministros por los problemas de logística, que presionaron la inflación de tanto de los energéticos como de los alimentos, la respuesta de la política monetaria para conjurar una inflación que no se veía en décadas y recientemente la guerra del Medio Oriente entre Israel y Palestina, han sido choques muy contundentes. Sin embargo, la economía crece, aunque a un menor ritmo comparado con 2022.​​​

De acuerdo con el “informe de Perspectivas de la Economía Mundial" del mes de octubre del Fondo Monetario Internacional, aunque con importantes divergencias, la economía mundial pasará de crecer al 3,5% tal como ocurrió en 2022 a crecer 3.0% en 2023 y, a 2,9% en 2024. Por su parte, la inflación ha continuado desacelerándose, desde el 9,2% en 2022 a 5,9% en 2023, con una expectativa de que en 2024 alcance el 4,8% y en el caso de la inflación subyacente a 4,5%[1]. Finalmente, a pesar del lento crecimiento económico y a que la inflación aún es elevada, los mercados de trabajo muestran un buen desempeño, por ejemplo, en el caso de Estados Unidos, el desempleo se ubica en el 3,6%, el de la Unión Europea se estabilizó en 6,0% y en Colombia cerró en noviembre en 9,2%.

No obstante, este desempeño ha sido desigual. Mientras las economías avanzadas, principalmente vienen sufriendo una mayor desaceleración, principalmente las europeas, debido a la Guerra de Rusia – Ucrania y en menor medida por los efectos de guerra en el Medio Oriente, en las denominadas economías emergentes han tenido un mejor desempeño, con excepción de China, debido a la crisis inmobiliaria que ha reducido la inversión en la finca raíz. En efecto, mientras las economías avanzadas solo crecerán 1,5% en 2023, frente a 2022 cuando se expandieron en 2,6% y, mantendrán la misma expansión de 1,4%, las economías de mercados emergentes pasaron de crecer 4,1% en 2022 a 4.0% en 2023 y se mantendrán creciendo a la misma tasa en 2024. 

La inflación mundial desciende de 8,7% en 2022 a 6,9% en 2023 y a 5,8% en 2024, pero al contrario de lo que ocurre con el crecimiento económico, la inflación en las economías avanzadas ha descendido desde 7,3% en 2022 a 4,6% en 2023 y a 3,0% en 2024, mientras que en las economías emergentes dicho fenómeno ha sido más persistente. En efecto, la inflación de estas economías cerró en 9,8% en 2022, y se estima que para 2023, será de 8,5% y en 2024 de 7,8%. 

Según el informe del FMI de octubre, existen tres elementos que enmarcan el contexto de la economía mundial. El primero de ellos tiene que ver con el cierre de la brecha frente a la tendencia del sector de servicios, principalmente turismo, transporte y otros. Este crecimiento que jalonó no solo el crecimiento sino también la inflación, lo cual deja ver cuellos de botella en el mercado laboral, como ha ocurrido en Estados Unidos. El segundo, tiene que ver con los efectos sobre el mercado hipotecario e inmobiliario el endurecimiento de la política monetaria, principalmente en Estados Unidos, Europa y Asía. Finalmente, la guerra entre Rusia y Ucrania ha conllevado a que las economías más dependientes de hidrocarburos, de algunos alimentos y fertilizantes producidos en estos países, enfrenten una desaceleración más aguda como es el caso de Alemania cuya inflación está más explicada por los precios de la energía y no tanto por las presiones del mercado laboral como sucede en Estados Unido[2]s.

​Finalmente, los riesgos más apremiantes para la economía mundial provienen de la economía de China por el deterioro del mercado inmobiliario. En segundo lugar, la alta volatilidad en los precios de las materias primas como el petróleo y otros minerales por cuenta de las tensiones geopolíticas agudizados en los recortes de la oferta por parte de la OPEP. En tercer lugar, a pesar del descenso en la inflación incluida la subyacente, aún sigue siendo elevada principalmente en las economías emergentes. En cuarto lugar, existen altos riesgos fiscales y los ajustes aún se encuentran en la etapa de transición, los niveles de deuda son mayores frente a los existentes antes de la pandemia al igual que los desbalances fiscales. Finalmente, existe el peligro de mayores riesgos financieros por cuenta del posible relajamiento de las condiciones de liquidez por parte de los bancos a pesar del ajuste monetario[3].

​El ajuste macroeconómico que están adelantando las economías de América Latina y el Caribe conllevará a un bajo crecimiento en 2023 y en el próximo año. En efecto, el crecimiento estimado, aunque con un pronóstico mayor frente al informe de julio, que era de 1,9%, ahora es de 2,3% para el 2023 y 2024.  Esta mejora se debe a que Brasil tendrá una expansión de 3.1% para 2023 y de 1,5% en 2024[4], y México por su parte, 3,2% y 2,1% respectivamente[5], y se estima que Colombia crecerá 1.0% en 2023 y 1,5% en 2024[6].

En materia de política económica, se prevé en la necesidad de continuar la lucha contra la inflación, por lo que se mantendrá la austeridad monetaria en la mayoría de los países. No obstante, será necesaria la supervisión bancaria teniendo cuenta las posibles alertas ante eventos de relajación del manejo del riesgo por parte de los bancos. A pesar de la contracción monetaria, la política fiscal deberá ser austera dado los altos niveles de endeudamiento, y se debe priorizar el gasto público en atender a los hogares de menores ingresos y en inversiones en infraestructura que promuevan aumentos en la productividad, así como en la reconversión productiva en favor de mitigaciones al cambio climático.

Desempeño de la economía doméstica

Durante el tercer trimestre de 2023, el PIB real decreció -0,3% frente al mismo trimestre de 2022. En lo corrido del año a septiembre, el crecimiento del PIB es de 1.0%. El resultado fue inferior a los pronósticos de los analistas del mercado y del gobierno[7], quienes esperaban una cifra positiva, entre 0,3% y 0,5%[8].

De acuerdo con los pronósticos, se esperaba un menor crecimiento teniendo en cuenta que, a pesar del descenso en la inflación, las tasas de interés aún continuaban en 13,25 pp desde mayo hasta la última reunión de la Junta del Banco de la República en diciembre, cuando se tomó la decisión de reducirlas a 13,0 pp, Ello conllevó a la contracción de más del -5% en la demanda de crédito en términos reales, la cartera de consumo es menor en -1,6%, en términos nominales.

El ajuste macroeconómico ha conllevado a la reducción del déficit en la cuenta corriente de 6.2% a 1.7% del PIB en septiembre[9] y a un aumento en el ahorro interno[10].  El déficit del Gobierno también se redujo en 1% del PIB, de -5,3% a -4,3% del PIB entre 2022 y 2023[11].  Por su parte, la deuda bruta del GNC de acuerdo con el MFMP, se reducirá de 64,9% a 62,4% del PIB, consistente una mejora sustancial en el balance primario, que pasó de un déficit de -1,0% en 2022 a un equilibrio fiscal en 2023.

Por su parte, pese a la contracción de la demanda interna del segundo trimestre (-6,8%), el desempleo a ha seguido bajando hasta 9,2%, situándose en los niveles de noviembre de 2019 y los indicadores de actividad aun están por encima de la tendencia que traían antes de la pandemia.

El crecimiento de la economía colombiana para el tercer trimestre del año fue impulsado por los sectores asociados con administración pública (5,3%), actividades artísticas y de recreación (4,9%), explotación de minas y canteras (3,5%), electricidad, gas y agua (2,5%) y agropecuario, silvicultura, caza y pesca (1,8%). En contraste, los sectores con variaciones negativas fueron: actividades profesionales (-0,8%), información y comunicaciones (-1,2%), comercio por mayor y por menor (-3,5%), industrias manufactureras (-6,2%) y construcción (-8.0%).

Por el lado de la demanda, se nota una fuerte desaceleración de la demanda interna, con un registro de -6,8%. En efecto, la demanda interna se contrajo en gran parte por la variación negativa de la inversión (-33,5%), la cual no alcanzó a ser compensada por el aumento en el consumo total aumentó de 0,7%; dado que el consumo de los hogares creció 0,4%, mientras el consumo público subió 1,9%, en línea con la expansión del empleo público. En el sector externo, las exportaciones crecieron en 4,2% y las importaciones se redujeron (-21.5%).

Es importante destacar que la demanda interna en los últimos trimestres ha estado alineada con la caída en la formación bruta de capital fijo.  Quizá la gran caída en la inversión (-33,5%) está explicada por la caída en las existencias, teniendo en cuenta que, en el tercer trimestre del año 2022, eran de $10,3 billones y en el tercer trimestre de 2023 registran una caída de -$3,9 billones, es decir una caída de -137,7%.

Perspectivas

El DNP y el Gobierno prevén un crecimiento de 1.0% para 2023, el cual está en línea con el crecimiento real de la economía en lo que va corrido del año. Es importante, tener cuenta que la inflación continúa cediendo sistemáticamente; seguramente va a situarse alrededor de 9,5%, lo cual va a contribuir a mejorar la capacidad de compra de los ingresos. No obstante, dado el ajuste en la demanda interna, que a pesar de ser 7% mayor al nivel de la oferta, se requiere de estímulos principalmente en los sectores de construcción de vivienda y obras civiles

Para este año, el principal motor seguirá estando en la demanda externa (pese al contexto de desaceleración mundial), donde las exportaciones se incrementarán en 3,1% y las importaciones se contraerán en -17,5%[12]. Por su lado, la demanda interna se reducirá en -4,3%, debido a la fuerte caída que se presentaría la inversión (-22,8%) y de un aumento en el consumo de 1,2%, explicado por el consumo público, que se crecerá en 2,4%, mientras que el privado lo hará en 0,9%.  

Como muestra de este efecto, están las cifras presentadas por el DANE, Fedesarrollo, el Banco de la República, para octubre muestran que el ISE decrece en -0,4%, superior al -0,3% de septiembre. Por su parte, la producción manufacturera cayó -5,9%, mostrando una caída más suave que la de agosto y septiembre. Las ventas también tuvieron un comportamiento menos negativo[13]. Por su parte, el comercio minorista se contrajo -11,0% en sus ventas reales en comparación con el mismo mes del año anterior y tocó su punto más bajo en 2023, aunque el personal ocupado aún crece 2,2%.

En octubre, las licencias de construcción tuvieron una caída anual de 12,4% en el área licenciada total (según el DANE), acumulando una reducción de 30,1% en lo corrido del año. Tanto en el mes, como en lo corrido del año, la caída se explica por la reducción en el área para usos habitacionales, con caídas tanto el rubro de vivienda VIS, como el NO VIS. Pese a lo anterior, la dinámica de las licencias viene mejorando desde agosto, cuando las variaciones comenzaron a ser cada vez menos negativas tanto en VIS como en NO VIS

En noviembre, el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) medido por Fedesarrollo retrocedió 6,9 p.p. tras aumentar los dos meses previos. Por componentes, la caída mensual del ICC es producto de un fuerte retroceso en el componente de expectativas (IEC) de -22,2 p.p.; mientras el componente de condiciones económicas.

En octubre la tasa de desempleo se mantiene en un dígito, pero se empieza a observar una ralentización en los principales indicadores de mercado laboral a nivel nacional. En este sentido, la tasa de desempleo fue de 9,2%, luego de una disminución de 0,5 puntos porcentuales respecto a octubre de 2022 (9,7%), siendo una de las disminuciones más bajas del año. Estos resultados reflejan la generación de 476.000 empleos, junto con una reducción de 3,6% en las personas desempleadas.

En noviembre, tanto la inflación continuó cediendo y se situó en 10,15%. Igualmente, la inflación básica continuó con su tendencia a la baja, ubicándose en 8,9%. La inflación continúo descendiendo y el resultado estuvo en línea con lo esperado, pese impuesto a la gasolina y el repunte mensual de los precios de la electricidad. Además, los alimentos acentuaron su tendencia decreciente pese a la entrada en vigor del impuesto a los ultraprocesados.

Las medidas de aumento de la tasa de política adoptadas por el Banco de la República para contener la inflación, la cartera comenzó a moderar su incremento anual después de este pico, mostrando una tendencia decreciente durante todo 2023, para un crecimiento de 5,8% en octubre de este año. Esta dinámica a la baja fue liderada por la cartera de consumo, que en octubre mostró incluso una reducción de 0,2%, aunque las otras carteras también se han comportado de forma decreciente, pero sin alcanzar variaciones tan fuertes. Lo importante, es que, a pesar del ajuste monetario y la persistencia misma de la inflación, no se han deteriorado de manera importante los indicadores de cartera y las nuevas cosechas de crédito son mejores que las anteriores. 

Los recaudos a octubre presentan un crecimiento anual nominal de 25,3%, jalonado por los impuestos directos, cuyo recaudo responde en mayor medida a la actividad económica de 2022.

[1] Fondo Monetario Internacional – FMI, “Perspectivas de la economía mundial", octubre de 2023. Washington DC

[2] Ibid página 6.

[3] Op cit, Pg 7.

[4] En lugar de 2,1% en 2023 y 1,2% en 2024.

[5] En julio se pronosticaba un crecimiento de 2,6% para 2023 1,5% en 2024.

[6] Según el FMI, el pronóstico para Colombia es de 1,4% en 2023 y de 2.0% en 2024.

[7] En entrevista al ministro de Hacienda del día 12 de noviembre por el Canal Caracol, Ricardo Bonilla, ha asegurado que su proyección para el tercer trimestre es que sea mejor que la del segundo trimestre y también para el cierre del 2023.

[8] De acuerdo con las expectativas que se tenían recogida en la Encuesta de Opinión Financiera de Fedesarrollo, se situaban en un rango entre 0,1% y 0,9%, con una media de 0,5%.

[9] Banco de la República “Evolución de la Balanza de Pagos y de la Posición de Inversión Internacional", junio de 2023, Bogotá, Colombia

[10] El aumento del M3 total es de $49,3 billones, equivalente a 8.0%. Este aumento ha sido producto de una elevación de los CDT en manos del sector privado, por 89,8 billones, en detrimento de otros instrumentos como las cuentas de ahorro (-$ 21 billones) y los bonos (-$6 billones).

[11] el déficit del Fondo de Estabilización de Combustibles de $37 a $20 billones Según el ministro de Hacienda, “el déficit en el 2021 fue $17 billones. En el 2022 fue de $37 billones, estamos pagando todavía. Nos falta pagar $8 billones del 2022; este año va a terminar en $20 billones. El MHCP previó inicialmente un déficit de $17 billones, pero con los cambios que se han presentado en el precio del petróleo va a llegar dentro de esos $20 billones, de los cuales $17 billones son de diésel y $3 billones de gasolina corriente, pues de este último ya lo venimos cerrando.

[12] Se estima una fuerte caída en inventarios, pues la caída en la Formación Bruta de Capital Fijo será de -9,6%.

[13] El PMI de Davivienda en su última entrega (noviembre), aunque volvió a señalar un nuevo deterioro de la situación del sector, supuso la contracción más lenta desde junio.​​

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