En el 2023, las importaciones en Colombia cayeron un -18,9% debido a la baja demanda interna originada en las medidas para controlar la inflación. Con ello se logró una necesaria reducción de USD 4,6 miles de millones en el déficit de la balanza comercial, lo cual acompaña el ajuste macroeconómico que atraviesa la economía colombiana.
Adicionalmente, las menores importaciones se acomodan a la baja en los términos de intercambio originada en la reducción de los precios del petróleo y otros productos de exportación tradicional.
Para 2024, a nivel global, se proyecta un modesto crecimiento en el comercio mundial, enfrentando desafíos adicionales por conflictos geopolíticos y restricciones comerciales, mientras que para América Latina se anticipa una reducción en el comercio de bienes junto con una reducción de los precios de exportaciones de los commodities. En Colombia, el Plan Financiero anticipa un crecimiento de 0,2% en las importaciones.
Aspectos clave
En el año 2023, las importaciones acumularon una caída de -18,9%. Este descenso se atribuye, más allá del mes en curso, a la baja en la demanda interna, influenciada por decisiones de política para controlar la inflación y por la caída en los términos de intercambio. Estos factores reflejan un panorama de baja demanda agregada en la economía, con bajos resultados por el debilitamiento del consumo de los hogares y de la inversión.
Al analizar los componentes de la demanda de importaciones, observamos que en el año las importaciones de bienes intermedios y de capital mostraron caídas importantes de -21,2% y -22,5% respectivamente, ya que los bienes de consumo cayeron tan solo un -8,0%. No obstante, es preciso señalar que las caídas en las importaciones de bienes intermedios y de consumo se atenuaron hacia fin de año.
Estas cifras reflejan el ajuste general de la economía tras los altos crecimientos vistos con la recuperación postpandemia y un mayor equilibrio en el sector externo. Las menores importaciones también acompañan a las menores exportaciones, debilitadas por la reducción en los precios de las materias primas. Destaca una mejora en la balanza comercial de la cuenta corriente, que representa un avance positivo en la posición externa del país, reduciendo la vulnerabilidad de la economía frente a choques externos.

En un contexto más amplio, el comercio internacional de Colombia refleja tendencias globales. La Organización Mundial del Comercio estima que el volumen del comercio de mercancías aumentará solo un 0,8% este año, reduciendo a la mitad las previsiones de crecimiento debido a factores como la persistente inflación, tasas de interés elevadas y conflictos geopolíticos. Las proyecciones del FMI también apuntan a un aumento modesto del comercio mundial de solo un 0,9% para este año.
A nivel regional, el informe de la CEPAL anticipa una caída en el comercio de bienes en 2023, con reducciones más marcadas en las importaciones debido a la desaceleración económica y la debilidad de la demanda mundial. Para Colombia, se espera un deterioro de los términos del intercambio en 2023, especialmente para los países exportadores de petróleo y energía, como reflejo de la caída en los precios de las exportaciones frente a las importaciones.
Para 2024, el FMI proyecta el crecimiento del comercio mundial en 3,3%, que, si bien representa una mejora frente a lo visto en 2023, se encuentra en todo caso por debajo del promedio de 4,9% observado en los años previos a la pandemia.
En el caso colombiano, el Plan Financiero prevé que las importaciones crecerán en un 0,2%.
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