Agosto de 2024
En agosto, las importaciones crecieron 4,6%, siendo éste el tercer crecimiento más importante del año. En línea con esta dinámica se observó que la variación año corrido fue de -0,9%.
El aspecto más importante, es el repunte de los bienes de capital (5.8%), los bienes intermedios (3,8%) y la consolidación de la sustitución de las importaciones de bienes y materias primas agrícolas alimentos y bebidas, cuya caída en agosto fue de -14,6% y en lo corrido del año -13.0%.
Un segundo elemento para destacar reconfiguración regional de las compras colombianas. Es clara la consolidación del aporte de bienes finales y materias primas importadas desde los países asiáticos como China, Japón y Corea (30,9% del total de las compras externas), seguida de Estados Unidos (26.0%), Unión Europea (13.7%) y el detrimento de las importaciones de los países de ALADI. Los primeros, aportaron 6.9% al crecimiento, Estados Unidos 4,7%, países de Unión Europea 0,3% y desde los países de América Latina (ALADI) – 5,8%.
Finalmente, en el año corrido, la balanza de bienes registra un menor déficit por US$31 millones frente al mismo período de 2023.
Aspectos clave
En agosto, las importaciones de Colombia aumentaron un 4,6%. Sin embargo, esta cifra positiva a nivel mensual contrasta con la tendencia general observada en lo que va del año. Las importaciones acumuladas en lo corrido del año hasta agosto muestran una reducción de -0,9%, lo que indica una persistente debilidad en la demanda interna, afectada por las decisiones de política para controlar la inflación y la caída en los términos de intercambio.
Es importante destacar que el crecimiento de agosto se explica principalmente por el aumento del 8,6% en las importaciones de manufacturas, mientras que otros sectores como Agropecuarios, alimentos y bebidas, y Otros sectores, experimentaron caídas significativas.
En un contexto más amplio, la reducción que hubo en el comercio internacional de Colombia en el primer semestre del año refleja las tendencias globales. La Organización Mundial del Comercio estima que el volumen del comercio de mercancías aumentará solo un 0,8% este año, reduciendo a la mitad las previsiones de crecimiento debido a factores como la persistente inflación, tasas de interés elevadas y conflictos geopolíticos. Las proyecciones del FMI también apuntan a un aumento modesto del comercio mundial de solo un 0,9% para este año. Dado el repunte de agosto, es necesario estar atentos a la evolución que puedan tener tanto las exportaciones como las importaciones en los próximos meses, para poder confirmar si esta tendencia se mantiene o si se trata de una recuperación puntual.
La balanza comercial en agosto de 2024 acumuló un déficit de USD 6.888,2 millones FOB, cifra mayor al déficit de USD 6.488,8 millones FOB registrado en el mismo periodo de 2023. Este aumento de USD 31,4 millones FOB se atribuye principalmente al deterioro en la balanza comercial de los productos agropecuarios, alimentos y bebidas, que pasó de un superávit de USD 1.798,4 millones FOB en agosto de 2023 a USD 1.162,0 millones FOB en agosto de 2024.
En este contexto global, las noticias recientes sobre la guerra en Oriente Medio y la suspensión de las exportaciones de equipos de seguridad a Colombia por parte de Israel pueden tener implicaciones significativas en las relaciones comerciales. La guerra ha generado un rechazo generalizado que podría traducirse en inestabilidad en las importaciones de alimentos y materias primas desde Israel a América Latina. En este contexto, se observa una tendencia similar en otros países latinoamericanos, donde la reducción en las importaciones y los desafíos en las balanzas comerciales son una constante. Sin embargo, las particularidades de cada nación, como la situación energética en Ecuador o las medidas restrictivas en México, agregan capas de complejidad a la dinámica económica. En conjunto, estos elementos delinean un escenario económico retador para la región, con la esperanza de encontrar soluciones efectivas para mitigar los impactos y fomentar la recuperación económica en el futuro cercano.
Lo expuesto anteriormente nos permite ver que la economía colombiana enfrenta un entorno desafiante, con una dinámica de importaciones mixta: un repunte en agosto pero una caída acumulada en lo que va del año. La complicada situación comercial, especialmente en sectores clave según Fenalco, se suma a las decisiones estratégicas del gobierno colombiano sobre acuerdos comerciales y aranceles inteligentes. Las tensiones geopolíticas y las investigaciones de dumping por parte de Estados Unidos añaden incertidumbre. Ante este panorama, la implementación de estrategias cautelosas se presenta como esencial para fomentar la recuperación y restaurar la confianza en la economía colombiana.