Abril de 2024
En abril, las exportaciones crecieron 17,9%, rompiendo con la dinámica lo que venía sucediendo en 2023. El crecimiento fue liderado por las exportaciones tradicionales con un crecimiento de 11,2%, que fue complementada por la dinámica de las no tradicionales que mostraron un crecimiento de 26,3%. Dentro de las tradicionales, se tiene que el a pesar del buen desempeño en el valor, se vio atenuado en gran parte por los menores precios de las materias prima.
Aspectos clave
En abril de 2024, las exportaciones colombianas experimentaron un crecimiento de 17,9%, con lo cual se vislumbra una recuperación de la dinámica exportadora del país a pesar de la caída en los precios de los commodities y la menor demanda mundial, motivada por la lenta actividad económica global.
Dado lo anterior, las exportaciones colombianas alcanzaron un valor de USD 4.408,8 millones FOB en abril, ubicándose un poco por encima del promedio de 2023 (USD 4.129), y superando ampliamente el promedio de 2019 o de 2021.
Al analizar por componentes, el incremento en las exportaciones se explica principalmente por las exportaciones tradicionales, que crecieron 11,2%, al igual que las no tradicionales que presentaron un crecimiento de 26,3%. Dentro de las tradicionales, el crecimiento se atribuye al crecimiento generalizado de en sus componentes, siendo el carbón el mas significativo.
En contraposición al mes de abril, los resultados en lo corrido del año muestran una caída en las exportaciones totales (-2,9%), explicada por los rubros tradicionales, que acumulan una reducción del -10,9%, con caídas en 3 de sus 4 componentes relevantes (café, carbón y ferroníquel), mientras que las no tradicionales crecen en 8,4%.
No obstante, vale la pena aclarar que buena parte de este desempeño en las exportaciones tradicionales, tanto mensuales como año corrido, se debe a un efecto precio, ya que por otro lado las exportaciones en cantidades muestran aumentos o caídas más suaves, en el caso del café, el carbón y el ferroníquel. Un ejemplo de esto es el carbón, que muestra una caída año corrido de -28,2% en valor, mientras que la cantidad de toneladas métricas exportadas aumentó en 23,4%. Esta tendencia sugiere que la disminución en el valor de las exportaciones se debe en gran medida a las fluctuaciones en los precios de estas materias prima.
En este contexto, la desaceleración económica que tuvo el mundo en 2023 no solo afectó la demanda global, sino que también tuvo un impacto negativo en los precios de los productos básicos, afectando los términos de intercambio y restringiendo la capacidad de importación de la economía colombiana, que comenzó el año con una caída de 10,3% en la importación de bienes.
Para 2024 y 2025, el FMI estima un crecimiento del comercio mundial de 3,3% y 3,6%, respectivamente, lo cual se encuentra por debajo de la tasa de crecimiento promedio histórica de 4,9%. Estos pronósticos se basan en las hipótesis de que los precios de los combustibles y otras materias primas continuarán bajando en 2024 y 2025, y que las tasas de interés disminuirán en las principales economías. Al respecto, se proyecta que en 2024 los precios del petróleo (promedio anual) se reducirán alrededor de -2,3%, mientras que, para las materias primas distintas de los combustibles, se prevé un descenso de -0,9%.
En términos de balanza y divisas, estas proyecciones de precios más bajos se traducirán en una menor entrada de divisas, afectando las importaciones también. Según el informe de Perspectivas de los Mercados de Productos Básicos del Banco Mundial de diciembre, se prevé que los precios del petróleo alcancen un promedio de USD 90 por barril en el trimestre actual, descendiendo a USD 81 el próximo año debido a la desaceleración del crecimiento económico mundial.
Más allá de lo anterior, es claro que el mundo atraviesa un momento de incertidumbre, por cuenta de los factores geopolíticos, cuyo desarrollo puede traer choques tanto en los precios como en el abastecimiento de las materias prima. Para Colombia, un aumento en los precios del petróleo traería efectos tanto deseados como no deseados. Por un lado, estaría el incremento en el flujo de divisas y el aumento de los dividendos de Ecopetrol, pero por otro lado estaría la presión por el lado financiero, pues el incremento en los niveles de riesgo elevaría los tipos de interés, en un momento en que el país tiene una deuda importante a pagar en pocos años.