Diagnóstico

​Documentos de diagnóstico

Durante la primera fase de la Misión (Diagnóstico y preparación), se produjeron diversos análisis sobre el estado y los retos en materia de crecimiento verde para Colombia. Los siguientes documentos presentan los resultados de dicha fase

Elementos críticos para el crecimiento verde en Colombia

La economía colombiana tuvo un sólido crecimiento en los últimos años, con un promedio anual del 4.3% en el período 2000-2012, que ha permitido aumentar los ingresos per cápita de la población nacional y contribuir a la disminución de pobreza y de la desigualdad. Este buen desempeño ha estado acompañado de flujos importantes de Inversión Extranjera Directa (IED) y altos precios internacionales de productos básicos (commodities) como carbón, petróleo y café (Fedesarrollo, 2015).

Según los análisis del Consejo Privado de Competitividad, los aumentos en inversión en el país en los últimos años (2000 – 2013) no han venido acompañados por incrementos en productividad total de los factores (ver Figura 1). Este bajo nivel de productividad está directamente relacionado con su baja calificación en el Índice de Innovación Global (GII), en donde Colombia se ubica en la posición 60 de 142 países en 2013 por debajo de Chile, Costa Rica, México y Panamá. Lo anterior, aunado a bajas inversiones en investigación y desarrollo como porcentaje del PIB y a un nivel inferior del Índice de Complejidad Económica (ICE) (Figura 2). El nivel de inversiones que presenta Colombia en materia de ciencia, tecnología e innovación, representa tan sólo el 0.5% del PIB, en tanto que los países OCDE invierten en promedio el 2.4%.

La economía colombiana es poco diversificada y compleja en cuanto a exportaciones se refiere, con una elevada concentración en la exportación de productos primarios, de bajo nivel de sofisticación y baja en manufacturas de alta o media intensidad tecnológica. Entre 2012 y 2013 las exportaciones de bienes primarios del país han representado en promedio el 67,5% de las ventas externas totales del país, mientras las manufacturas de tecnología alta y media han participado tan solo con 1,5% y 8,4% respectivamente.

No obstante, el mercado mundial del crudo ha sufrido transformaciones desde finales de 2009 que han originado cambios en los precios del petróleo y en las perspectivas sobre su futuro comportamiento, lo que conlleva a efectos negativos de corto y largo plazo en el crecimiento del ingreso nacional. Los precios internacionales del petróleo disminuyeron más de 50% entre junio y diciembre de 2014 (MHCP, 2015, Pág. 19). La caída en los precios del petróleo y el lento crecimiento de la economía global avecina una desaceleración para la economía colombiana debido a la reducción del valor de las exportaciones.

A nivel mundial se refleja una continua desaceleración del crecimiento en las economías emergentes y las economías en desarrollo en medio de un ambiente de bajos precios de los commodities, flujos de capital más débiles y tenue comercio mundial. Se espera que el crecimiento mundial suba en los próximos años, pero a un ritmo más lento, alcanzando 2,9% en 2016 y 3,1% en 2017 y 2018.

Por otra parte, el indicador de ahorro neto ajustado para Colombia indica que, desde el punto de vista ambiental, el crecimiento económico no ha sido sostenible, debido a que el capital natural se está agotando. Tal y como lo muestra la Figura 3, el índice ha rondado en torno a cero en los últimos años, muy por debajo de la región y aún más de los países OCDE. Lo anterior considerando que la economía colombiana es más intensiva en la utilización de recursos que el promedio de los países de la OCDE, con presiones sobre los recursos naturales ejercida por la industria extractiva, la ganadería extensiva, la urbanización y la motorización.